Y DESACTIVA OTRO ‘REPORTAJE’ SIN PRUEBAS
Se sumó el New York Times a la publicación de ‘reportajes’ que no exhiben evidencias
El reportaje del New York Times, basado en una supuesta segunda investigación que realizó la DEA que busca involucrar al Presidente con financiamientos ilícitos, siguió el mismo camino decadente de un periodismo que trata de manchar a un Mandatario, pero sin pruebas y construido con base a “fuentes” sin rostro.
Según el supuesto reportaje, personas cercanas en el contexto de las elecciones de 2018 habrían recibido millones de dólares para la campaña de Andrés Manuel López Obrador.
Pero el Presidente adelantó que era falso, la mañana del 22 de febrero, previo a su publicación por el NYT.
Y el Mandatrario fue más allá, al advertir que el NYT participaría en una estrategia de “golpe de Estado blando”, junto a la DEA y a otros medios internacionales como ProPublica y DW, para debilitar su administración e incidir indebidamente en el proceso electoral que está en curso.
Por ello, calificó al diario estadunidense como un “pasquín”.
López Obrador reveló que el New York Times le envió un cuestionario.
“En un tono amenazante, prepotente, dándonos a conocer que están haciendo una investigación con información de la DEA, en donde gente vinculada a mí recibió dinero, ya no en el 2006, sino en el 2018. Incluso, que entregaron dinero a mis hijos”, adelantó esa mañana el Presidente.
“Y que daban hasta las 5 de la tarde (del 21 de febrero), un ultimátum a Jesús (Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia) para que contestara, lo que vamos a ver ahora”.
Al respecto, el titular del Ejecutivo federal leyó la comunicación que envió el diario, y al mismo tiempo, fue contestando y dando a conocer su opinión.
“Le saluda Natalie Kitroeff, jefa de la corresponsalía del periódico New York Times en México. Quiero informarle que estamos trabajando en un reportaje sobre una investigación que realizó el gobierno de Estados Unidos durante el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, distinta a la investigación de la DEA que se hizo pública hace unas semanas y que sólo analizó su campaña de 2006.
“‘Por este medio, solicitamos sus comentarios sobre el reportaje. Tenemos hasta las 17:00 horas, hoy, el 21 de febrero, para incluirlos en el artículo. Puede contactarme por correo o por teléfono a estos números…”.
Pero en todas las preguntas no había una sola evidencia.
“La investigación de autoridades estadounidenses, basada en testimonios de informantes y transferencia de dinero, indagó alegatos en que aliados cercanos al Presidente se reunieron con cárteles de la droga y recibieron millones de dólares del narco.
“‘Al final, la investigación fue cerrada luego de que las autoridades estadounidenses reconocieron que podría provocar un conflicto diplomático con México. En gran parte, la decisión se tomó tras la reacción del gobierno mexicano cuando Estados Unidos arrestó al general Salvador Cienfuegos en 2020”, afirmó el artículo del NYT sin una sola prueba.
Al medio día de ese 22 de febrero, el diario estadunidense publicó el trabajo titulado “Estados Unidos examinó acusaciones de vínculos de cárteles con aliados del Presidente de México”, en el que incluyó fragmentos de la respuesta del presidente López Obrador.
En éste reconoce, entre otras cosas, que “si bien los recientes esfuerzos de funcionarios estadunidenses (de la DEA) identificaron posibles vínculos entre los cárteles y los asociados de López Obrador, no encontraron ninguna conexión directa entre el propio Presidente y las organizaciones criminales”.
La Casa Blanca emitió, el mismo 22 de febrero, información en la que negaba cualquier investigación abierta.
Y Ken Salazar, Embajador de Estados Unidos en México, aseguró el 26 de febrero que en su país no existe ninguna investigación relacionada con López Obrador.
«Como lo dijo La Casa Blanca muy claramente, no existe una investigación relacionada al Presidente López Obrador, esa es la realidad», dijo.
«Como lo dijo la Casa Blanca, como lo digo yo, como Embajador de los Estados Unidos aquí en México, no existe una investigación relacionada al Presidente López Obrador».
En la propia publicación, el diario reconoció que la investigación fue abandonada para evitar conflictos con el Gobierno mexicano y que no se abrió indagatoria directa contra AMLO, sino sobre algunos de sus colaboradores.
El Embajador Salazar sostuvo que México y Estados Unidos nunca habían tenido una mejor de cooperación bilateral en materia de seguridad.
«Mirando lo que llevamos de la seguridad, pues yo creo que no habíamos tenido tiempo que trabajáramos tanto de la mano con el Gobierno de México en todos los temas de seguridad», expresó.
«Esos trabajos siguen y esos trabajos van a seguir siempre, la diferencia es que en estos tiempos, en los últimos tres años de que llegó el Presidente Biden al Gobierno, lo estamos haciendo como socios, lo estamos haciendo de la mano y con respeto a la soberanía de México», dijo Salazar.