Usuarios del transporte público padecen aún largas esperas, camiones saturados y recientemente han llegado a confrontar a choferes que se niegan a subir pasaje, pero el Gobernador Samuel García proyecta una movilidad que solo existe en un futuro.

 

Afirma que, al igual que en rubros económicos, Nuevo León está a punto de ser la entidad número uno en movilidad. Pero así lleva ya tres años y medio.

 

Por ejemplo, el Gobierno estatal prometió reducir a la mitad el porcentaje de camiones urbanos fuera de servicio, pero la cifra de unidades descompuestas del transporte público se mantiene prácticamente sin cambios, al tiempo que los usuarios no ven alivio a sus largos tiempos de espera y traslado.

 

El reporte más reciente del Instituto de Movilidad y Accesibilidad (IMA) del Estado, con datos al 30 de junio pasado, arroja que el 22 por ciento de la flotilla de camiones no está operando.

 

Hay fuera de las calles 944 unidades de las 4 mil 346 registradas en el sistema de transporte público en el Estado, de acuerdo con el informe.

 

Empresarios transportistas han advertido que la cantidad normal de camiones fuera de servicio debe estar entre el 5 y el 8 por ciento, mientras que la Administración del Gobernador Samuel García ha fijado esa cifra entre 10 y 12 por ciento.

 

El Secretario de Movilidad estatal, Hernán Villarreal, ofreció bajar la cifra a la mitad «en unos cuantos meses», pero sin dar un plazo específico.

 

Sin embargo, el reporte del IMA, con datos de casi dos meses después de la declaración de Villarreal, exhibe que la cantidad de camiones sin operar no se modificó.

 

La falta de solución a los camiones fuera de servicio viene de tiempo atrás y no se ha corregido con la compra de nuevas unidades.

 

En enero pasado, por ejemplo, se informó que el 24 por ciento de los llamados «camiones verdes» se encontraba fuera de servicio, algo que admitió el Gobierno estatal y prometió revertir.

 

Estas nuevas unidades han sido adquiridas en su mayoría a fabricantes chinos.

 

Transportistas y choferes se han quejado de que los camiones se compraron sin garantía de servicio mecánico y sin refacciones, por lo que su reparación es complicada y lleva mucho tiempo.

 

Además, según el informe del IMA, el 13 por ciento de la flotilla es extemporánea, es decir, tienen más de 10 años de antigüedad, unidades que por ley ya no debería operar en el sistema de transporte público.

 

No se puede presumir

 

Durante un evento para poner en operación 24 camiones en la Ruta 224, en Guadalupe, el Gobernador dijo que para noviembre estarán en operación alrededor de 4 mil unidades adquiridas por su Administración, y el próximo año arrancará el monorriel de las líneas 4 y 6 del Metro.

 

Pero eso todavía no sucede.

«El esfuerzo de tres años se consolida en un mejor servicio. Estamos a nada de que también seamos primer lugar en movilidad», expresó.

Junto a los Alcaldes Héctor García, de Guadalupe; y Félix Arratia, de Juárez, también emecistas, el Mandatario agregó que en los próximos meses se hará una remodelación de la Línea 1, se instalarán parabuses y en acuerdo con cadenas comerciales se habilitarán centros de transferencia sombreados en algunas estaciones del Metro.

«Llega el Metro y se bajan 300 personas, y pues la fila es de 300 personas en lo que llega el camión», dijo el Gobernador.

«Vamos a hablar con todas las plazas comerciales y les dijimos: ¿quieren seguridad, que venga Fuerza Civil?, pues me ponen un centro y estación para que la gente esté sentada», añadió, «les ponemos patrulla, pero ponme sillas, ponme techo para que cuando haga la gente trasbordos no estén todos ahí en la esquina, parados en el Sol», añadió.

 

Fracasó el pago por kilómetro recorrido

 

El encargado del Instituto de Movilidad y Accesibilidad, Abraham Vargas, admitió que con el modelo de pago por kilómetro, las empresas no cooperaban con el Estado en la operación de las rutas, e incluso los choferes se negaban a subir pasajeros.

Uno de estos casos se viralizó esta semana, cuando una estudiante de la UANL se plantó frente a un camión de la Ruta 213 Capellanía que se negaba a abrir las puertas de la unidad, a pesar de que estaba en una parada oficial.

«Sabemos que hubo un momento que los conductores no cooperaban con nosotros y no levantaban el pasaje», dijo Vargas durante la entrega de camiones para la Ruta 224 en Guadalupe.

El funcionario reconoció que hay quejas frecuentes de choferes que no se detienen a subir pasaje, lo que atribuyó al modelo de pago por kilómetro que era una de las principales innovaciones de la reestructuración del sistema de transporte que se implementó desde el 2022.

La intención era pagar a las empresas por kilómetros de servicio, sin importar el número de pasajeros que subían a las unidades, al tiempo que el IMA concentraba los ingresos del pasaje utilizando medios de pago electrónico.

El modelo, sin embargo, provocó que las empresas transportistas no se preocuparan por incrementar el índice de pasajeros, y que algunos choferes generaran pérdidas al Estado al aceptar pagos en efectivo.

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