Según la ONU, van más de 50 mil muertos que en su mayoría son niños y mujeres, un bloqueo que lleva ya más de dos meses y que ha puesto a 14 mil bebés al borde de la muerte inminente y la destrucción casi total de las infraestructuras y viviendas de la Franja de Gaza. Es un genocidio.

Pero aunque la paciencia de los aliados de Israel parece haberse acabado, solamente hay críticas, pero no acciones.

Reino Unido, Canadá y Francia han amenazado con «tomar represalias» contra Israel si el gobierno, que lidera Benjamin Netanyahu, continúa con la intensa ofensiva lanzada en los últimos días por el ejército de su país y que ha dejado cientos de muertos.

Solo cinco camiones con ayuda habían cruzado a Gaza el 20 de mayo por la tarde, pero Israel aún no dio permiso a los trabajadores humanitarios para distribuirla, declaró Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU (OCHA), en una rueda de prensa en Ginebra.

Las autoridades israelíes autorizaron la entrada a Gaza de unos 100 camiones más, pero aún no les permitieron cruzar, añadió.

El corresponsal sobre Gaza de la BBC, Rushdi Abualouf, basado en Cairo, dijo este miércoles que 2 millones de personas se enfrentan a la hambruna en Gaza.

«Todas las miradas están puestas en el lugar donde se supone que los camiones deben llevar o entregar la comida a la población. Eso no está sucediendo», afirmó.

Israel inició la semana pasada bombardeos aéreos sobre infraestructuras, edificios residenciales, hospitales y escuelas, que han dado paso a una ofensiva terrestre por el norte y el sur de la Franja en la que han sido movilizados miles de soldados y que busca capturar, como ya reconoció a principios de mes el gobierno, territorio palestino de forma permanente.

«Estamos librando combates a gran escala -intensos y sustanciales- y hay avances. Vamos a tomar el control de todas las zonas de la Franja, eso es lo que vamos a hacer, dijo Netanyahu en un video publicado en redes sociales este lunes.

El primer ministro también ha asegurado que la operación, que ha sido bautizada con el nombre bíblico «Carros de Gedeón», en referencia al guerrero del Antiguo Israel, tiene como objetivo destruir a Hamás y recuperar a los 58 rehenes aún en manos del grupo, 23 de los cuales se cree que siguen con vida.

El líder israelí también reconoció que la expulsión de los palestinos de la Franja es una de las consecuencias de la operación.

«Estamos destruyendo cada vez más hogares, y los gazatíes no tienen ningún lugar al que regresar. El único resultado inevitable será el deseo de los gazatíes de emigrar fuera de la Franja de Gaza», dijo en el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa, según el diario Jerusalem Post.

Francia, Canadá y Reino Unido no han especificado en qué podrían consistir sus represalias, pero en su comunicado conjunto desestiman los argumentos de Netanyahu y piden un alto el fuego porque «el nivel de sufrimiento humano en Gaza es intolerable».

París, Ottawa y Londres reconocen que, tras as el «atroz ataque» del 7 de octubre, Israel «tenía derecho a defender a los israelíes contra el terrorismo. Pero esta escalada es totalmente desproporcionada».

Este duro lenguaje refleja «un sentimiento real de creciente enfado político por la situación humanitaria, de que se ha cruzado una línea y de que este gobierno israelí parece actuar con impunidad», dijo una fuente diplomática europea de alto nivel involucrada en las negociaciones al editor de asuntos internacionales de la BBC, Jeremy Bowen.

Críticas desde el mismo Israel

Las imágenes de niños desnutridos a las puertas de la muerte y los testimonios de gazatíes al borde de sus fuerzas que salen de la Franja no solo han provocado una respuesta diplomática internacional, sino que cada vez son más los israelíes profundamente consternados con cómo se está llevando a cabo la guerra.

«Mis impuestos se están gastando en una guerra que ha matado a miles de niños.

Estamos llevando a cabo un genocidio. Y no puedo hablar de ello en Israel», reconoció Yael Noy, directora de la organización israelí Road to Recovery (camino a la recuperación), a la corresponsal diplomática de la BBC Caroline Hawley.

Su ONG organiza traslados de palestinos enfermos a citas hospitalarias en Israel.

Cinco de sus voluntarios murieron en el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 -en el que unas mil 200 personas fueron asesinadas- y otros dos fueron secuestrados y murieron en cautiverio.

Desde la oposición israelí también han salido voces que condenan la evolución de la guerra en Gaza.

«Un país sensato no libra combates contra civiles, no mata bebés como pasatiempo y no se fija como objetivo expulsar a una población», criticó Yair Golan, militar retirado, diputado y líder del partido Los Demócratas.

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