La ventaja de México ante la chifladura arancelaria de Trump
México repentinamente se halla con una ventaja sobre los centros manufactureros rivales, como Asia.
Se libró de los altos aranceles que amenazan imponerse a China y Vietnam en unos tres meses, dos países que, al igual que el vecino al sur de EU, son grandes exportadores globales con mano de obra barata.
Aunque México enfrenta algunos aranceles, incluyendo un nuevo gravamen del 25 por ciento sobre el contenido no estadounidense en autos, la mayor parte de su comercio con EU permanece libre de aranceles bajo el T-MEC.
Los nuevos aranceles están pueden hacer a México más competitivo.
Por ahora, el nuevo régimen arancelario de Trump mantiene el estatus de México como destino principal para empresas que buscan trasladar producción y suministros más cerca de EU.
La aplicación de barreras comerciales más generalizadas por parte de EU podría impulsar aún más el nearshoring hacia México que durante el primer mandato de Trump, cuando una guerra comercial más acotada con China resultó en una reubicación más limitada de la manufactura, señaló Greg Husisian, socio del bufete de abogados Foley & Lardner.
México está sujeto además al arancel global del 25 por ciento al acero y el aluminio y también a otro del 25 por ciento a bienes que no forman parte del T-MEC, impuesto que le puso Trump argumentando que no estaba haciendo lo suficiente para detener el flujo de drogas y migrantes a EU.
Eso podría reemplazarse con un arancel de sólo 12 por ciento una vez que la Administración Trump esté convencida de que México ha trabajado lo suficiente para contener esos flujos.
Alberto Ramos, economista en Goldman Sachs, estima que la tasa arancelaria general de México será de alrededor del 8 por ciento. «¿Es bueno? No, es malo. ¿Es el fin del mundo para México? Definitivamente no», dijo.
Aún está por verse si la ventaja arancelaria es suficiente para amortiguar el daño causado por el actual bache económico en México y reactivar miles de millones de dólares en inversiones suspendidas debido a la incertidumbre política.
Algunos fabricantes ya están reaccionando al nuevo entorno arancelario. Stellantis detuvo la producción en algunas plantas de ensamblaje canadienses y mexicanas. El fabricante de baterías EnerSys anunció el cierre de una planta en Monterrey, México, y el traslado de la producción a Richmond, Kentucky.
La participación de México en las importaciones estadounidenses totales de bienes aumentó del 13.6 por ciento en el 2018 al 15.5 por ciento en el 2024, mientras que la de China disminuyó del 21.2 por ciento al 13.4 por ciento. La participación de Vietnam en el mercado de importación estadounidense se duplicó con creces, alcanzando el 4.2 por ciento durante ese periodo.
México aún tiene oportunidad de reducir la exposición de EU a las importaciones chinas, mientras que Vietnam carece de acceso geográfico o integración de la cadena de suministro, indicó Martín Castellano, director de investigación sobre Latinoamérica en el Instituto de Finanzas Internacionales.
Tanto México como Canadá también pueden cooperar estrechamente con EU en materia de aranceles y filtrar la inversión china.
Los economistas consideran que la mayoría de los exportadores en México tendrán la habilidad para adaptarse y cumplir con las normas del T-MEC.
La exclusión de México de la ronda más reciente de aranceles de Trump demuestra los beneficios de la estrategia de no confrontación de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Desde que se impusieron los aranceles a México por primera vez en febrero, y se postergaron dos veces, Sheinbaum ha pospuesto detallar las medidas de represalia que tomaría México, prefiriendo mantener las conversaciones con EU.
El sector automotriz, que representa un tercio de las exportaciones manufactureras del País, sigue siendo un punto clave de discordia con EU. México es el quinto mayor fabricante de automóviles del mundo y el sexto mayor exportador de vehículos. El año pasado, envió casi 3 millones de vehículos a EU y suministró el 40 por ciento de las autopartes estadounidenses. Cerca de 2 millones de mexicanos trabajan en la industria, con exportaciones cercanas a los 200 mil millones de dólares el año pasado.