Admite Presidente ‘hackeo’ y padecimientos
Luego del hackeo a la Sedena, el Presidente admitió durante “la mañanera” de hoy tener varios padecimientos y que en enero estuvo en riesgo de sufrir un infarto, después de que en diciembre de 2013 ya había tenido uno.
El Mandatario dijo que el ataque cibernético debió ser de un grupo del extranjero que ya ha hecho lo mismo en otros países.
«Es cierto, hubo un ataque cibernético, así le llaman al robo de información mediante estos mecanismos modernos, extraen archivos. Pues es gente muy especializada, no cualquiera, no sé si en México haya especialistas en este campo.
«Tengo entendido de que este mismo grupo ya ha hecho lo mismo en otros países, creo que en Colombia, en Chile, por eso pienso que es algo que se maneja desde el extranjero», expresó el Presidente.
Y añadió que los informes de esos archivos son verídicos.
«Son ciertos, yo estoy enfermo. Tengo varios padecimientos, solo hay una cosa que no tengo, lo del alcohol, pero lo demás sí y otros males, todos los que se mencionan ahí. Pero es de dominio público, todo lo que se dice ahí es cierto y se ha expresado».
«Si acaso lo de la ambulancia que fue a Palenque a principios de enero, porque había pues un riesgo de infarto. Y me llevaron al hospital y me recomendaron un cateterismo, ustedes se acuerdan de eso, me dijeron hay que hacerlo, les pedí unos días”, dijo.
Añádió que posteriormente se contagió de Covid-19 y tuvo que esperar a que pasaran los efectos, para luego someterse al cateterismo.
“Lo demás de que tiroides, pues sí cuando uno va a ver a los médicos le hacen análisis de todo y, pues, pastillas, para tiroides, para la hipertensión».
«Pero terminé con un coctel que tomo por las noches para varias enfermedades pero estoy muy bien. Bien, muy bien, estoy pendiente, me reviso cada tres meses, cada cuatro meses, pero eso depende de cómo uno se siente», explicó el Presidente.
«Lo más delicado es la hipertensión, por eso a veces camino y voy a escalar cerros para lo que llaman cardio, el ejercicio y cuidar también los riñones, porque, haciendo una crítica fraterna, cariñosa a los especialistas, pues lo que no quieren es que uno se muera de lo que ellos tratan, o sea, si es un cardiólogo, no quieren que uno se muera del corazón.
«A veces lo que uno tiene que tomar para que no se muera del corazón o no le dé un infarto puede afectar otros órganos. Y así actúan los especialistas», expresó.